Una experiencia en una casa macrobiótica (2)

Posted on 05/04/2012 by
 

En este segundo artículo sobre nuestra visita al Mas Serinyà nos ocuparemos de la cena y el desayuno, que tampoco nos defraudaron en absoluto.

 

Hasta la hora de la cena, no me había fijado que en esa casa no tenían  nevera. Después de que Jordi mencionara eso, miré su cocina con atención y me di cuenta de que todas las verduras estaban bien guardadas en las estanterías a temperatura ambiente y que la comida que había sobrado también estaba tapada con platos en la mesa.

Como me acostumbro a guardar muchas cosas en la nevera y también utilizo congelador para aprovechar mejor el tiempo y esfuerzo, la idea de una vida sin nevera era bastante impactante.

Cena

  • Quinoa salteada con nitsuke de acelgas
  • Coliflor salteada
  • Nitsuke de acelgas y rábanos
  • Ensalada de lechuga
  • Aceitunas negras y verdes
  • Sopa de zanahorias, puerros y salsafí
  • Pastel de manzana

Si no hay nevera, es importante saber reutilizar bien lo que ha sobrado en la comida anterior. Así, el contenido de la cena era básicamente una versión modificada de las sobras de la comida, pero la reutilizan tan bien que parecían platos totalmente diferentes.

Por ejemplo, los tres platos, coliflor, quinoa y nitsuke estaban sazonados con los mismos condimentos, que eran aceite de sésamo y salsa de soja tamari. Pero como la textura de estos platos y el sabor de cada verdura eran característicos, los platos se diferenciaban de unos a otros y cada plato reclamaba su protagonismo.

No habíamos probado nunca la quinoa. Sus granos tienen una forma particular, ya que están rodeados del germen que parece un hilo. Su textura es ligeramente resistente y causa una sensación divertida dentro de la boca.

Cocinamos también el nitsuke de acelgas y rábanos para la cena. Nos sorprendió que los rábanos estuvieran buenos así salteados, porque siempre los asociábamos con ensaladas para comer crudos.

Muchas veces para cocinar algún ingrediente en concreto tenemos una idea predeterminada de que tiene que cocinarse de una manera, pero si flexibilizamos un poco la mente y cambiamos la manera de preparación, puede que descubramos un sabor nuevo. Probar el rábano salteado fue así para nosotros.

Desayuno

  • Tostadas con salsa de tahín y mugi-miso
  • Galletas de arroz integral
  • Crema de arroz integral
  • Pastel de manzana

La salsa para las tostadas estaba muy buena. Su preparación es mezclar bien tahín (pasta de sésamo), mugi-miso y agua y luego calentar un poco hasta que quede cremosa. Comer tostadas con esta salsa puede ser una buena opción para quien busca un desayuno no demasiado dulce, porque la cremosidad carcterística del sésamo tiene un punto de dulzura y nos da una satisfacción parecida a la que obtenemos cuando comemos mantequilla o pasta de cacahuetes.

De vuelta del viaje, ya hemos hecho esta salsa y la utilizamos como salsa para verduras al vapor. Ésta también es una combinación muy buena.

En la lista de desayuno, también aparece el pastel de manzana. Nos gustó tanto que no nos importaba repetir en cada comida. De hecho al volver a casa, nos lamentamos de no tener más este pastel y al día siguiente lo hicimos.

Todos los platos que nos ofrecieron en esta casa nos gustaron mucho. También pudimos aprender nueva manera de preparar las verduras y probar ingredientes que no había comido antes como la quinoa y el salsafí.

Siempre es difícil explicar concretamente cómo estaba de buena la comida. Diría que es un tipo de comida que al ponerla en la boca en el primer instante no manifiesta un sabor fuerte y estimulante, como el que tendrían los snacks y el fast food, pero al masticarla bien la riqueza de la comida aumenta dentro de la boca y te aporta mucha satisfacción.

Puede que a menudo comamos demasiado rápido sin masticar bien y sin saborear realmente la comida. Por eso, no estaría nada mal de vez en cuando comer con calma disfrutando de cada uno de los sabores que aportan los platos y los ingredientes.